El 29 de Marzo de 2.001 las autoridades eclesiásticas aprobaron los nuevos estatutos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ante todo, quizá sea conveniente hacer una breve reseña histórica de la cofradía para conocer un poco de la historia de la misma y entender las razones que llevaron a confeccionar los nuevos estatutos.
Aunque se desconoce con exactitud la fecha de fundación de la cofradía, su origen se remonta a varios siglos atrás, teniéndose la creencia de que procede de la fusión de la antigua cofradía de San Blas con la del Santo Entierro, ambas vinculadas y con sede en la parroquia de Santa María de la Encarnación; de igual modo, esta Cofradía de Nuestro Padre Jesús, siempre ha estado vinculada y con sede en esta parroquia de Santa María.
Hay constancia de un documento fechado el día 7 de Marzo del año 1.690, en el que se habla de la celebración en la mañana del Viernes Santo, “de la ceremonia que llaman El Paso”; así mismo, otro documento histórico, con fecha de 18 de Febrero del año 1.791, firmado por el entonces párroco de Santa María, certifica la existencia en esa iglesia de la “Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno”.
Los primeros estatutos de los que tenemos constancia, son los aprobados el 28 de noviembre de 1.806. Posteriormente, se reforman, amplían y matizan el 16 de Febrero de 1.862, aprobándose esta actualización el 27 del mismo mes y año, por el juez eclesiástico ordinario de esta ciudad y su partido.
El 15 de enero de 1.956, reunidos en la sacristía, la Junta de Gobierno de la cofradía, decide reformar parcialmente estos estatutos, y aunque no nos consta la aprobación eclesiástica de esta reforma, es el único documento que conservamos actualmente en esta cofradía, lógicamente, no ajustado al derecho canónico, ni al estatuto marco aprobado en 1.983. Es por esta razón, por lo que era necesario elaborar unos nuevos estatutos.
Los nuevos estatutos se elaboraron a lo largo de seis meses y fueron firmados y presentados por D. Miguel Hernández Granado como presidente en funciones, por D. Antonio Pérez Pérez como secretario en funciones y por D. Juan Román Macías como capellán.
Entre otras cosas, reflejan aspectos como los cultos que promueve la cofradía y la composición de la Junta de Gobierno, amén de lo referente a las elecciones, naturaleza, fines, administración, etc.
Los cultos que esta cofradía tributa a lo largo del año son la Celebración solemne el día 2 de Febrero, de la festividad de “La Candelaria”; la Celebración, con la tradicional bendición de cordones, el día 3 de Febrero, de la festividad de “San Blas”; el Besapié a Nuestro Padre Jesús Nazareno, el primer viernes de Marzo; el Quinario en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno en Septiembre, y las salidas procesionales del Viernes Santo.
Por otro lado, la Junta de Gobierno queda constituida por los siguientes miembros:
Hermano Mayor-Presidente, Vicehermano Mayor 1º y 2º, Secretario, Vicesecretario, Tesorero, 4 Mayordomos, 12 Consiliarios y el capellán. A esto hay que sumar, en calidad de colaboradores, las camareras de la Cofradía así como otros asesores necesarios.
En el capítulo octavo de los estatutos se recogen los artículos referentes a las elecciones. Una vez aprobados los nuevos estatutos, y con fecha de 11 de Mayo de 2.001, se celebraron elecciones para los cargos generales, por un mandato de cuatro años. Estas elecciones abren un proceso en las cofradías de Jerez, continuado posteriormente con elecciones en otras, y que posiblemente se extenderá en un futuro a todas las demás cofradías. El resultado fue el siguiente:
Hermano Mayor-Presidente: D. Miguel Hernández Granado.
Vicehermano Mayor 1º: D. Miguel Gordillo Masero.
Vicehermano Mayor 2º: D. Manuel Guerrero Molina.
Secretario: D. Antonio Pérez Pérez.
Vicesecretario: D. Juan José Gil Zahínos.
Tesorero: D. Ramón Ceballos Rodríguez.
De cualquier modo, se piensa publicar un libreto que recoja los estatutos completos, para aquellos hermanos que tengan interés en tenerlos.
A título personal, una vez realizado este pequeño recorrido histórico, no deja de sorprender, aun a sabiendas de la antigüedad de la cofradía, el hecho de leer documentos de otra época en los que se destaca la antigüedad de la procesión, de la ceremonia y, obviamente, de la cofradía. Y uno no deja de maravillarse porque, en ese momento, hace un rápido viaje recorriendo cada siglo, deteniéndose en cada fecha, intentando imaginar como era todo entonces, recreándose en la reconstrucción de escenas de aquellos lejanos tiempos... y en este punto es donde uno es consciente de que muchos de esos momentos, muchas de esas escenas son ahora iguales, o casi, a como fueron hace siglos y de que, para mantenerlas así, el trabajo invertido ha sido mucho, el esfuerzo enorme, y la dedicación constante. Y todo esto va dejando una estela, formando una cadena cuyos eslabones se forjan año a año, enriqueciendo más esta tradición y, como no, ayudando a conservarla y transmitirla. Y en esto es donde radica el valor de la Cofradía, el valor de todo lo tradicional, de aquello que ha sobrevivido a todo tipo de contratiempos gracias al esfuerzo y trabajo desinteresado de tantos y tantos hermanos, de generaciones enteras que entre los muros de Santa María han ido aprendiendo a colocar las velas, a montar los pasos, a ser costaleros, ha dirigir los pasos y la cofradía... de padres a hijos, de abuelos a nietos... y quizá haya una expresión que recoja y resuma todo el trabajo invertido, y que cuando suena, deja de ser una frase para convertirse en el eco que se extiende a través del tiempo, eco que deja en nosotros la huella y el sentimiento que sólo puede dejar lo que tiene verdadero valor humano, una expresión, un eco, un grito...¡ARRIBA JESÚS!
Antonio Rivera Carrasco 2002
Cronista Oficial de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno
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