Pasado el Viernes Santo, día en el que la cofradía comienza sus actos de madrugá, y se continúan durante gran parte de la mañana, por la tarde y por la noche, es hora de tomarse un respiro y reponer fuerzas; para ello la cofradía prepara una tradicional Caldereta para ofrecer "un pincho" a los hermanos que tan duramente han trabajado en los preparativos de la Semana Santa, y por supuesto a los cargadores de los distintos pasos, a la Banda y a la Escolta Romana de la cofradía. Además también se preparon tres paellas, una de las cuales fue enviada a las Hermanas de la Cruz.-
Fotos Andrés Martínez.-
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