Un año más estamos en estos menesteres de entregar estos merecidos reconocimientos que son la Cruz de Guía, como insignias a esas personas que marcan el camino, el ejemplo de trabajo y entrega, para que al final salgan a nuestras calles jerezanas las procesiones, los “pasos”, de esta hermosa semana mayor de nuestra ciudad, en la que mostramos en imágenes, con gran orgullo, sentimiento y fe, la última semana de ese hombre Dios que fue Jesucristo, y que esta pequeña ciudad hace como caja de resonancia y lo expande por todos los lugares.
Sin duda que en el corazón del jerezano, tanto nativo como de adopción, esta Semana Santa ya es de alto interés religioso, cosa que creo no se ha sabido comprender por todos los que deberíamos comprenderlo, me parece, y ojalá me equivoque, que el que nos ve se queda con lo exterior y no han sabido ver la fe que está en los corazones de estos hombres y mujeres que trabajan para que la Semana Santa sea como es, que no es más que reflejo de esa fe del hombre que trabaja día a día y que tiene que luchar con su sudor para salir para adelante, creo que las instituciones tenían que acercarse a ellos y no esperar lo contrario, ¡bastante tienen con subsistir en estos tiempos complicados!.
En su honor y en honor de esa fe ya hace tiempo tendríamos que haber luchado porque la nombraran Fiesta de Interés Nacional, como otras Semana Santa de otras ciudades y con la bendición de la Iglesia.
Con la entrega de la Cruz de Guía me embarga, como todos los años, un sentimiento agridulce, agrio porque hay tantas y tantas personas y grupos de nuestra cofradía que se lo merecen y no veo años suficientes para reconocérselos, y dulce porque quien lo recibe se lo merece sin lugar a dudas. En este caso otro grupo de costaleros, los del Descendimiento o Calvario, ¡Vaya piña de hombres! que portan sobre sus hombros esa estampa de Jesús descendiendo de la cruz, en la procesión del Viernes Santo por la tarde, llorado por esa hermosísima imagen de María madre, la Virgen de las Lágrimas, angustiada por la muerte, y con los brazos abiertos para recibir el cuerpo de su hijo fallecido. En mi opinión, desde que tengo uso de razón, siendo un zagal, y ahora más firmemente si cabe, pienso que las personas que están en la Cofradía de Jesús, y por ello también los que se arriman a llevar sobre sus hombros tantos y tantos kilos, son el verdadero oro, terciopelo y joyas de esta Cofradía que lo ofrecen a Jesús Nazareno y a su madre María de la Encarnación. En definitiva esos hombres y mujeres que gritan a una voz el Viernes Santo ¡Arriba Jesús!
Emilio Ceballos-Zúñiga - Hermano Mayor.
Este es el blog de Antonio Rivera Carrasco, cronista oficial de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Jerez de los Caballeros desde el año 2001 hasta el año 2018. Todos los artículos y fotografías publicados en este Blog están sujetos a la legislación sobre derechos de autor, con lo que necesitarás autorización previa del autor o autores de los mismos para cualquier uso que se haga de ellos. Aportaciones y contacto: amriveracarrasco@yahoo.es
viernes, 19 de febrero de 2010
Premio CRUZ DE GUIA 2010: Portadores del Descendimiento.
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