Si cada Viernes Santo es fuente de infinidad de estampas, de vivencias y de momentos irrepetibles y únicos, este año 2010, plasmamos ahora uno vivido en el Llano de Santa María cuando Jesús paró allí por última vez, antes de entrar de nuevo al Templo. Y aunque creo que lás imágenes no son suficientes para describir el momento... sí nos dan una idea. El momento es único de verdad, y aunque se podrían decir muchos calificativos, he elegido "ÚNICO" porque nunca he visto nada parecido:
" Nuestro paso, el que flota siempre en una marea humana, al que nunca le falta compañía,
EL PASO DE JESUS, SOLO en el medio del Llano de SANTA MARÍA."
Resulta impresionante ver el paso sin ningún portador, sin ningún costalero al lado impaciente por dar una "tirá", sin ninguno de sus dos capataces... ¿dónde están todos?
La respuesta la encontramos mirando un poco atrás... después de tres horas acompañados por las marchas de la Banda de los "Catalinos", dejaron solo a Jesús para verles y escucharles con más detenimiento...
... y durante unos minutos AGRADECERLES en forma de prolongada ovación, el regalo de su música durante TODA la procesión.
Antonio Rivera Carrasco 2010 - Cronista de la Cofradía
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