
Como comentábamos en otra entrada del blog, es vieja costumbre ofrecer anís y dulces al paso de la procesión a los sufridos portadores de los Pasos, para ayudar a reponer fuerzas tras una intensa madrugá y con una larga procesión por delante. Aquí vemos como se ofrecen y reparten unas roscas fritas caseras, en la subida al inicio de la avenida de Portugal.
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