Cruz de Guía 2010

Palabras pronunciadas en la Ceremonia de entrega de los galardones por el Hermano Mayor de la Cofradía Emilio Ceballos-Zúñiga Rodríguez.

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Antes de nada felicitar a todos los galardonados y en el día de hoy muy especialmente a la persona nombrada Caballero Cofrade. Enhorabuena Antonio, te lo mereces sobradamente.
Creo que son imprescindibles las personas que colaboran con las cofradías en nuestra ciudad, sin duda el jerezano es el alma de todo esto, ¿Qué sería la Semana Santa sin ellos?, y muy especialmente sin nuestros costaleros, esas personas que portan orgullosos sobre sus hombros las estampas que representan la pasión, muerte y resurrección de Jesús, que no es más que la génesis de ésta semana mayor
Este año nuestra cruz de guía son los costaleros del Calvario, del Descendimiento, ese grupo de hombres que sienten, me consta, un orgullo inmenso al llevarlo sobre sus hombros, con la dificultad que conlleva, no sólo por el peso, sino también por la cimbra. Claro que se merecen la cruz de guía, es que los costaleros, todos los costaleros, son la cruz de guía, nos indican lo que hay que hacer, como actuar, es el trabajo callado, día a día, el esfuerzo sobre humano y a la vez humilde de darse, sin esperar recompensa, porque creen en lo que están haciendo.
Con esta distinción se pretende reconocer el trabajo de todos los costaleros del Calvario, pues esto es un trabajo de generación en generación, son mucha gente las que hacen posible que esto sea una realidad, y en el futuro lo siga siendo. En estos momentos se vienen a la memoria aquellos que ya no están con nosotros y que se implicaron con este paso, sin duda en vuestros corazones están y vosotros, con más derecho que yo, les haréis los honores que se merecen. Nada más que os pido que no desfallezcáis, seguid enseñándonos el camino. Lo más importante de esta cofradía sois vosotros las gentes que estáis ahí día a día, teniendo claro vuestro objetivo y, que pase lo que pase, tiráis de todo esto para adelante, y que todos los Viernes Santos gritáis, mañana, tarde y noche, ¡arriba Jesús!, porque lleváis a Jesús en vuestros corazones y con él a su madre, aunque en el caso de María con el corazón dividido, en la de las lágrimas y de la Encarnación. Y lo hacéis con la sencillez de la buena gente, y quien no lo quiera ver, pues no saben lo que se pierden. Os doy las gracias, a vosotros, a todos los hermanos y colaboradores de la cofradía, por vuestra entrega desinteresada, porque sois los que dais sentido a la emoción que nos llena cuando gritamos ¡Arriba Jesús!

Fotografía cedida por www.semanasantajerezana.com